El síndrome del ojo seco es simplemente una reducción de la cantidad o calidad de las lágrimas, líquido que permite una constante humectación de la superficie del ojo expuesta.
¿Cuáles son los síntomas?
Este síndrome puede causar sensación de arenilla constante, lagrimeo frecuente, picor, escozor, irritación, quemazón, enrojecimiento, dificultad para abrir los ojos por las mañanas, molestias ante el parpadeo entre otros.
¿Están determinadas las causas del surgimiento del síndrome del ojo seco?
No exactamente, aunque se pueden inferir algunas condiciones previas que pueden ser relevantes ante la presencia del síndrome, tales como envejecimiento, uso constante de lentes de contacto, cambios hormonales femeninos, factores ambientales, efectos secundarios de otras enfermedades o utilización excesiva y constante de medicamentos, etc.
¿Qué tratamiento existe en la actualidad para tratar este síndrome?
En la actualidad, es necesario realizar una consulta con un oftalmólogo de confianza para que dictamine los pasos correctos a seguir. Por el momento, hay dos caminos simples para el tratamiento de este síndrome: la utilización de lágrimas artificiales y el uso de los llamados oclusores puntales.