La salud visual de nuestros hijos

La salud visual de nuestros hijos

La doctora especialista en oftalmología pediátrica Michelle Muñoz – del Centro Médico de Kaiser Permanente en Woodland Hills- explica que el cuidado ocular temprano es de suma importancia ya que la visión se desarrolla en los primeros años de vida del niño. “El ojo en el niño es inmaduro y está en constante crecimiento hasta los siete u ocho años”, expresa Muñoz.

El menor alcanza el 100% de su agudeza visual a los cinco años, y cualquier anomalía ocular no diagnosticada a tiempo puede detener el desarrollo de la visión y dejar defectos que persistirán durante toda la vida.

Por esto mismo los especialistas recomiendan esta guía de visitas:

• Al primer mes: en esta visita se descarta la presencia de alguna enfermedad ocular grave (glaucoma o catarata congénita) o malformación.

• A los siete meses: se detecta el estrabismo.

• A los 18 meses: se detecta el retinoblastoma (tumor intraocular maligno más frecuente en la infancia).

• A los cuatro años: se detecta la agudeza visual y defectos de refracción.

• De los cinco a los 14 años: el control debe hacerse cada dos años.

Problemas comunes de visión
Los problemas más comunes en los niños son los de refracción, como ser el astigmatismo o la miopía que le impiden al menor ver claramente los objetos.

La miopía es la dificultad para ver de lejos y el estrabismo es la desviación anormal de uno o ambos ojos en alguna de las posiciones de la mirada. “El estrabismo se puede corregido con anteojos, cirugía o ambas cosas cuando se detecta a tiempo”, explica la especialista en ojos.

La ambliopía u ojo perezoso también es común y se define como una disminución de la agudeza visual sin que exista alguna lesión orgánica que la genere. Por lo general se debe a  falta de estimulación visual adecuada durante el período crítico de desarrollo visual. Este tipo de afección ocular, así como los problemas de reflexión, se presenta en el cinco por  ciento de la población infantil  y si no es tratado a tiempo, el daño puede ser irreversible en el ojo afectado, que puede perder por completo la visión. “El tratamiento consiste en parchar el ojo sano para obligar al niño a utilizar el ojo perezoso”, cuenta Muñoz.

Obstrucción del lagrimal: “En el niño este problema se manifiesta con mucho lagrimeo y muchas lagañas en sus ojos desde cuando está recién nacido”, señala la oftalmóloga. Este defecto se corrige con masajes suaves en la zona del lagrimal o con una cirugía sencilla.

Orzuelos: con frecuencia se presentan en la infancia; no son consecuencia de falta de higiene o infección y tampoco son contagiosos. “Se genera cuando se tapan los conductos de las glándulas que tenemos en los párpados y se acumula el aceite que producen para la formación de las lágrimas”, cuenta la galena. Se suelen tratar con compresas de agua tibia en el ojo afectado.

Alertas
Entre las señales de que el menor tiene alguna afección ocular podemos encontrar:

• Excesiva proximidad a la televisión o al cuaderno libro cuando escribe o lee.

• Entorne de los ojos cuando miran objetos lejanos.

• Dolor de cabeza después de forzar la vista.

• Enrojecimiento de ojos de manera frecuente.

• Desviación de uno o ambos ojos

• Diferencia de visión al tapar un ojo u otro.

• Pupila de color blanco o grisáceo (leucocoria).

Información útil

Para educar a la comunidad de habla hispana sobre las enfermedades de los ojos, la Academia Americana de Oftalmología lanzó este mes la página web , que brinda información confiable y precisa en español. Por otro lado, el Instituto Nacional del Ojo ayuda a quienes no tienen recursos financieros a poder encontrar una lista de entidades y programas que ofrecen servicios gratis o a bajo costo de cuidado de los ojos.

Fuente: impre.com