Precauciones tras el baño
El agua de las piscinas no sólo contiene cloro y otras sustancias químicas, sino que en ella también están presentes una serie de microorganismos, lo que, unido al calor, puede irritar la conjuntiva y la córnea. Las conjuntivitis irritativas se manifiestan como ojos rojos, escozor, quemazón, hipersensibilidad a la luz, sensación de cuerpo extraño y lagrimeo.
Las personas que utilicen lentes de contacto deben extremar las precauciones, utilizar gafas para nadar y bucear, y evitar el contacto de los ojos con el agua.
Además, no es recomendable la extracción de la lente de contacto inmediatamente después de salir del mar o la piscina. Lo mejor es esperar un tiempo para que la lente se vuelva a hidratar correctamente con la lágrima, de modo que recupere su movilidad en el ojo antes de la extracción.