Ford está desarrollando, en colaboración con la Universidad de Cambridge, vehículos dotados con sistemas que ayudan a los conductores con problemas de visión derivados del envejecimiento.
El fabricante de automóviles explica en una nota que está utilizando un simulador desarrollado por investigadores de esta universidad británica, dotado de un “software” especial permite “ver” en las mismas condiciones que personas con una amplia variedad de afecciones visuales.
“La pérdida de visión es parte natural del proceso de envejecimiento y afecta a muchos millones de personas en todo el mundo”, explica Angelika Engel, especialista en atributos ergonómicos de Ford Europa.
De hecho, la Organización mundial de la Salud calcula que 285 millones de personas en todo el mundo padecen algún tipo de limitación visual, y de ellos cerca del 65 % son mayores de 50 años, una tasa que, es de esperar, aumente conforme envejece la población mundial.
Con la edad, la habilidad para poder captar pequeños detalles se deteriora, igual que la capacidad para poder ver en la oscuridad, y ello supone que a muchos conductores, por ejemplo, les puede costar la consola de mandos mientras conducen a menos que usen gafas con cristales bifocales o varifocales. Otras afecciones oculares, tales como el glaucoma, las cataratas y la degeneración macular senil (AMD), también son más habituales entre personas mayores de 50 años.
Angelika Engel explica que estos son procesos graduales que pueden pasar desapercibidos durante muchos años y “tendemos a pasar por alto el problema hasta que llega un punto que es tan grave que ya no se puede ignorar. Incluso dolencias como el AMD y el glaucoma se pueden desarrollar de manera muy lenta”.
Buscando respuesta a este creciente problema, Ford se ha unido a un equipo de expertos del centro de Diseño de Ingeniería de la Universidad de Cambridge que ha desarrollado un Simulador de Discapacidad Visual que permitirá a diseñadores e ingenieros comprender mejor los efectos de una amplia variedad de afecciones visuales.
Ford está utilizando este software para estudiar y optimizar el diseño de sus pantallas de instrumentos, para asegurarse de que estas puedan ser leídas de manera segura y confortable por la mayor cantidad posible de conductores. El software también ha sido utilizado para mejorar el diseño de teléfonos móviles y en diseño de herramientas educativas en diversas universidades.
En esta línea, desde 1994, los ingenieros de la compañía usan un “traje de tercera edad” para ayudarles a comprender mejor las dificultades a las que se enfrentan las personas mayores al volante. El traje limita la movilidad y disminuye el sentido del tacto.
“Nuestro trabajo con la Universidad de Cambridge nos facilita un entendimiento real de las dificultades a las que se enfrenta mucha gente y nos ayuda a diseñar nuestros productos de manera que podamos complacer a un mayor porcentaje de usuarios”, concluye esta especialista.
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