El objetivo de la sofrología es prevenir y combatir el estrés así como profundizar en el autoconocimiento personal. Los profesionales sanitarios la pueden emplear para sí mismos y de forma complementaria a sus terapias para mejorar la asistencia a sus pacientes.
“Empecé con la sofrología porque llevaba años durmiendo mal, y en un par de semanas ya había recuperado el sueño”, ha explicado a Diario Médico Gilles Dallest, empresario y sofrólogo que imparte un curso específico en EsadeCreapolis, un centro de negocios ubicado en San Cugat del Vallés, en Barcelona, promovido por la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas de Barcelona (Esade).
La sofrología es una disciplina que combina técnicas de relajación con técnicas del yoga, el budismo y el zen occidentalizadas para combatir el estrés y profundizar en el desarrollo de la consciencia.
“El hecho de relajarse y de emplear técnicas como la visualización, que consiste en imaginar cómo será una futura situación laboral, por ejemplo, permite afrontarla con menos estrés. La respuesta al estrés no depende tanto del estresor como de uno mismo”, ha precisado Dallest.
El curso está dirigido a profesionales de cualquier ámbito, “y no se trata de hacer una terapia psicológica. Yo dicto las técnicas y acompaño a los asistentes para que aprendan a llevarlas a cabo. A mí me viene muy bien practicar la sofrología y compaginarla con el entrenamiento físico como el footing.
Hay que entrenar la mente como se entrena el cuerpo, y basta dedicarle cada día aunque sean quince minutos. Muchas empresas cuidan más a sus máquinas que a su personal, y deberían darse cuenta de que lo importante es que los trabajadores sepan afrontar adecuadamente el estrés”, ha informado Dallest.
Doce grados
El método sofrológico completo consta de doce grados. El primero está basado en el yoga y permite conocer mejor el propio cuerpo. El segundo, basado en el budismo, busca el desarrollo de la mente. El objetivo del tercero, inspirado en el zen japonés, es la unión de cuerpo y mente. En el cuarto se trabajan los valores personales.
“Estos cuatro grados son los que se practican con más frecuencia, ya que a partir del quinto se trabaja la consciencia con mucha más profundidad”, ha señalado Natalia Caycedo, médico psiquiatra y directora del Instituto Internacional de Sofrología Caycediana de Barcelona.
Esta disciplina cuenta con mucha más aceptación en países como Francia, Bélgica o Suiza, que en España. “Aunque cada vez hay más profesionales sanitarios que la conocen y la practican. Por ejemplo, el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona nos ha pedido que impartamos cursos a sus colegiados”, ha añadido Caycedo.
Mejorar la asistencia
Los profesionales sanitarios se pueden beneficiar de las técnicas sofrológicas para combatir el estrés y mejorar la atención a sus pacientes.
Rafael Solans Buxeda es médico estomatólogo y tiene un máster de especialización en sofrología caycediana: “Utilizo con frecuencia la sofrología cuando me enfrento a casos que pueden ser estresantes o que implican cirugía. Practico técnicas de relajación antes y durante una intervención, por ejemplo, y antes practico técnicas de visualización, para imaginar cómo puede transcurrir”.
Ámbito personal
Además, el beneficio de la sofrología se extiende también al ámbito personal, ya que “es posible dormir mejor, sufrir menos problemas psicosomáticos y recuperar una mayor ilusión por ejercer una profesión que puede ser muy estresante. Si te sientes mejor como persona, podrás ejercer mejor”, ha apuntado Natalia Caycedo.
Por otro lado, hay profesionales sanitarios que se forman en sofrología para mejorar la atención a sus pacientes.
Es el caso de Nuria Carsí, enfermera del equipo de soporte psicoemocional del Hospital de San Juan de Dios de Esplugas de Llobregat, en Barcelona, y consultora clínica en la Asociación de Padres y Amigos de Niños con Cáncer de Cataluña (Afanoc): “Durante las primeras sesiones el profesional de la salud-sofrólogo enseña al paciente a relajarse tanto corporal como mentalmente. Dependiendo del tipo de paciente, empleará diferentes protocolos en los que elegirá las técnicas sofrológicas más apropiadas para cada persona y para cada patología”.
El objetivo de la sofrología, en este caso que apunta Carsí, es ayudar al paciente para que logre reducir su ansiedad y el miedo anticipatorio ante el diagnóstico o el pronóstico de la enfermedad, prepararlo para futuros procedimientos diagnósticos o terapéuticos, aliviar su dolor y hacer que acepte posibles cambios en su imagen corporal.
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Fuente: Diario Médico