La enfermedad de la degeneración macular asociada a la edad es una alteración oftalmológica que, como su nombre indica, se presenta a personas de edad, sobre todo, a partir de los 60 años. La Dra. Marta Figueroa, presidenta de la Sociedad Española de Retina y Vítrio, comenta que a partir de los 70 años, un 20 % de la población puede presentar signos de esta enfermedad ocular.
¿Qué función tiene la mácula?
La mácula es la parte central de la retina y es que la permite tener la visión más fina, más sensible y más nítida. Si hay un daño en la mácula, el paciente sigue viendo el campo periférico pero al fijar la mirada se pierde capacidad en percibir los detalles, la capacidad de lectura, de coser, en definitiva, cualquier detalle fino de la visión. En el centro de la imagen, el paciente verá una imagen borrosa.
Detección precoz
Los especialistas recomiendan revisiones periódicas a partir de los 50 años para detectar anomalías oculares que aún no presentan síntomas para poder tratar precozmente. En esta exploración exhaustiva se deben realizar pruebas diagnósticas como la dilatación de la pupila y un examen de la retina. Como factores de riesgo, aparte del hereditario, cabe mencionar los pacientes con una exposición prolongada a la luz, el color de ojos muy claro, ser fumador y ser mujer.
Tipos de degeneración macular asociada a la edad
Existen dos tipos de degeneración macular asociada a la edad: la seca y la húmeda. La seca corresponde al 80 % de pacientes que sufren la enfermedad con distintas fases. La húmeda o exudativa es sólo el 20 % pero tiene una gran repercusión porque se manifiesta con una pérdida de visión muy brusca. Los síntomas ante los cuáles un paciente se debe alertar son pérdida de visión, sensación de borrosidad en el centro de la imagen y distorsión de la misma (las líneas rectas se ven torcidas).
¿Existen tratamientos?
El tipo seco de la degeneración macular asociada a la edad todavía no dispone de tratamiento eficaz, se está investigando y se prevé que en poco tiempo se disponga de algún tratamiento. En cambio, en la húmeda sí que se dispone de tratamientos muy eficaces. La terapia que actualmente ofrece mejores resultados es una inyección dentro del ojo de una sustancia que para el crecimiento de los vasos anormales que son los que provocan la DMAE húmeda. La Dra. Figueroa explica que con los tratamientos se consiguen que los vasos anormales se atrofien y que dejen de producir las complicaciones que provocan la pérdida de visión. El efecto dura poco tiempo, como máximo un mes. Aunque son eficaces requiere de inyecciones periódicas. Se está investigando en otros tratamientos que no sean tan agresivos ni que requieran aplicar el tratamiento cada cierto tiempo.
Fuente: Vivirmejor.com