Nunca pensamos que el padecer estrés en determinados momentos pueda afectarnos más allá de la tensión que sentimos, pero la realidad es que estar sometidos a una gran ansiedad y tensión puede provocar problemas serios, tanto psíquicos como físicos, llegando a ser incapacitante y afectando a zonas del cuerpo que no imaginaríamos como, por ejemplo, los ojos.
No cabe duda, que aquellas personas que invierten más tiempo frente a una pantalla durante largas jornadas laborales, suelen ser más propensas a padecer estrés visual.
A continuación, listamos los principales síntomas para saber identificar la astenopia, estrés visual o fatiga ocular que en los últimos años se ha incrementado debido a los cambios en el estilo de vida:
- Fotofobia: un síntoma habitual cuando se toman ciertos medicamentos, pero que también aparece cuando se está demasiadas horas frente a la pantalla del ordenador.
- Mioquimias: son los típicos temblores de los ojos, también conocidos como miocinas palpebrales, unos movimientos involuntarios que producen los músculos de alrededor de los ojos fruto de la tensión.
- Picor y escozor de los ojos: este síntoma va asociado a la sequedad ocular por falta de hidratación.
- Maculopatía: afecta a la parte central de la retina, la mácula, la cual se inflama provocando visión borrosa o pérdida repentina de la visión.
- Inflamación de los párpados: la blefaritis también se asocia a la sequedad ocular y consiste en la presencia de pequeños residuos de grasa en pestañas y párpados.
- Sequedad ocular: produce incomodidad y dolor en el ojo; la sensación detener arena y está causada por la falta de fluido lagrimal que hidrate la córnea o una disminución de la frecuencia del parpadeo.
- Otros síntomas podrían ser la cefalea, dificultad para enfocar, ver puntos negros que se mueven o desaparecen, pesadez de los párpados.
Ante el estrés visual, lo mejor es la prevención.
Si se pasa un tiempo considerable frente a la pantalla o cualquier otro dispositivo que refleje luz azul, se debe procurar realizar descansos periódicos para no cansar en exceso la vista. También es recomendable guardar una distancia prudencial entre los ojos y la pantalla, y trabajar con luz ambiental indirecta para no forzar la vista.
Realizar ejercicios visuales, mirando cerca y lejos, y parpadeos rápidos contribuirá a relajar y descansar la vista y a mantener la córnea hidratada.
Limpiar los ojos, los parpados y las pestañas con agua fresca para eliminar restos sebáceos y refrescarlos, también ayudará.
La actividad exterior para ejercitar la vista lejana es beneficiosa para compensar los excesos frente a las pantallas.
Además, el llevar un estilo de vida saludable (descansar correctamente por las noches, hacer ejercicio y seguir una dieta variada y equilibrada) y realizar las revisiones oftalmológicas periódicas, ayudarán a mantener los ojos y la visión en buen estado y a evitar el estrés visual.
En caso de notar algunos de los síntomas descritos con anterioridad, es recomendable acudir a una clínica oftalmológica para llevar a cabo la valoración pertinente del estado de la vista.