Al nacer, la vista de los bebés alcanza unos 20-35 cm, aunque no pueden enfocar con claridad. El color de los ojos del bebé irá cambiando gradualmente, lo mismo que su capacidad para distinguir colores. Puede ver en color desde que nace, pero al principio enfoca mejor el blanco y el negro o los colores con mucho contraste.
Como un tesoro
La vista del recién nacido no enfoca del todo, pero es capaz de ver a los padres y mirarlos fijamente a los ojos cuando lo arrullan. Una de las cosas más agradables que pueden hacer los padres con un bebé es pasar un tiempo explorando sus ojos, lo que provoca una sensación primaria de ternura, amor y protección que fluye por todo el cuerpo. Es una experiencia maravillosa para ambos alternar entre mirar y sostener al bebé, manteniéndolo como un tesoro cerca de la piel.
Niños y niñas
Parece que las niñas recién nacidas responden mucho mejor a los estímulos visuales que los niños. Una niña se quedará fascinada con las expresiones faciales y se tranquilizará más fácilmente al ver la cara de los padres. En cambio, los niños no aprecian la estimulación visual hasta al cabo de un tiempo. Por ese motivo, una niña puede dejar de llorar completamente sólo con ver una expresión facial exagerada, mientras que para el niño sólo es una tregua hasta que llegue una distracción más eficaz.
Juegos
A los dos meses el bebé utilizará mucho más la vista. Empezará a seguir las cosas con la mirada, pero lo que más le gustarán serán las caras y las expresiones. Le intrigarán los móviles y los juguetes que se balancean cerca de su cara y sus manos. Empezará a controlar mejor los brazos y querrá tocar los objetos que le atraigan.
A partir de los dos meses comenzará a disfrutar, divertirse y reír con juegos simples como que alguien esconda la cara tras las manos. Hacer pedorretas o sacar la lengua es también una forma de juego interactivo. Esos juegos divierten a ambos y desarrollan la conciencia del bebé y sus músculos oculares. A medida que controla mejor la vista, aumenta su curiosidad, su equilibrio, la coordinación y el lenguaje.
Estimular la vista del bebé
Un sentido puede dominar más que otros. Un bebé muy alerta, que siempre mira a su alrededor, que se disgusta si no puede ver a los padres o un objeto determinado, o se queda completamente quieto mirando un objeto durante horas y horas, es un bebé visualmente estimulado. Aprenderá mejor si puede ver cómo se hace una cosa. Querrá mirar las fotos e inspeccionarlo y tocarlo todo durante un tiempo. Quizá haya que colgar una sábana alrededor de la cuna, el cochecito o el asiento del coche en los viajes para atenuar el contraste de luz y sombras, porque si tiene demasiadas cosas que mirar se sentirá muy agitado, sobre todo si está cansado y no puede desconectar.
Entrenar la musculatura visual
Cuando crezca y ya pueda seguir con la mirada el movimiento de la mano de un adulto, si aparecen problemas como estrabismo o falta de paralelismo de los ojos, se pueden practicar ejercicios lentos y no invasores como los del método Bates. Se basan en la capacidad natural de los ojos de recuperar sus funciones normales. La visión también puede mejorar con movimientos corporales coordinados.
DESARROLLAR LA CONCIENCIA VISUAL
Se puede ayudar al bebé a activar el desarrollo de la visión colocando un móvil encima de la cuna, y también poniendo fotos en blanco y negro o en colores vivos allí donde pueda verlas, pero no tocarlas.
Aunque si los padres creen que la estimulación visual del bebé es correcta, lo mejor es no poner nada en la cuna, para que se duerma fácilmente.
Fuente: Soothe you baby - Pamela Rhatigan