Entrenamiento visual deportivo

Casi tan importante como la evaluación de la salud visual es la potenciación de las capacidades visuales en función del deporte que realicemos.

De hecho, para los deportistas de élite el entrenamiento visual ya forma parte de una rutina habitual entre su disciplina de trabajo, ya que logra mejorar la agudeza y la agilidad de la visión y, de este modo, mejorar su rendimiento deportivo.

La formación específica del oftalmólogo en materia de salud visual y deporte permite crear protocolos y disciplinas de entrenamiento visual muy específicas para cada deporte y para cada individuo, incrementando significativamente diversas habilidades fundamentales para mejorar nuestra destreza deportiva.

En este caso la formación del profesional es fundamental, ya que no existe un entrenamiento visual igual a otro, de hecho, siempre dependerá del deporte que se practique (varía mucho que sea grupal o individual) y de las propias capacidades visuales del individuo y de lo que se quiera conseguir de ellas.

Así pues, cada deportista tendrá un esquema de entrenamiento visual propio que le ayude a potenciar y mejorar las habilidades visuales que ya tiene y a desarrollar otras destrezas de las que carezca y que resulten determinantes para lograr un mayor rendimiento en su actividad.

Esta disciplina de entrenamiento adecuada y adaptada a las necesidades del deportista según su capacidad visual y su deporte concreto sólo lo puede diseñar un profesional de la visión.

El oftalmólogo especializado conoce qué parámetros debe evaluar para tener la capacidad de diseñar una plantilla de entrenamiento que se adapte a cada individuo y a cada deporte.

En cualquier caso, la revisión oftalmológica previa es clave para que el profesional aconseje al deportista las mejores estrategias para proteger su visión y prevenir posibles percances durante la práctica del ejercicio físico.

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