La blefaritis en niños es muy común por la falta de higiene
La blefaritis es una afección de los ojos muy frecuente en los niños, ya que los pequeños de la casa tienen menos cuidado con su higiene. Es fácil que se contagien unos a otros en la guardería o en el parque.
A pesar de ser común, para tranquilizarnos, debemos saber que la blefaritis es benigna y que se produce por la propagación de bacterias que tenemos en la superficie de la piel, en la zona de las pestañas. Este exceso de bacterias alrededor de las pestañas puede causar escamas de caspa y una acumulación de partículas en las pestañas y los bordes de los párpados.
Si el niño tiene blefaritis se quejará de picor en los ojos y podemos observar que los tiene rojos, con una especie de escamas en las pestañas.
¿Cómo se puede aliviar?
Lo más importante es mantener una buena higiene palpebral para eliminar la grasa y los restos celulares que contienen las sustancias tóxicas que se acumulan e irritan los párpados. Para ello lavaremos la zona usando un jabón suave diariamente, toallitas especiales y suero fisiológico (mejor a temperatura baja) para el aclarado.
En ocasiones, puede ser necesario utilizar un colirio con antibiótico y corticoide, sólo si lo prescribe el especialista. Resulta muy eficaz también eliminar las escamas con un bastoncillo impregnado en el colirio, aplicándolo en párpados y pestañas dos o tres veces al día durante una semana.
Realizar al niño un masaje en los márgenes palpebrales favorece la secreción de las glándulas, desbloqueando su salida y mejorando la calidad de la película lagrimal. Si persisten los síntomas acudir al oftalmólogo.
Nota a tener en cuenta: La blefaritis también puede aparecer por un mal funcionamiento de las glándulas sebáceas del párpado, dermatitis seborreica o rosácea.